Por Oscar Quirós Romero.
Ayer, día 29 de Enero, se cumplieron 30 años desde que el Presidente D. Adolfo Suárez presentara ante la nación española y el mundo su dimisión. Se abría así un periodo de incertidumbre y esperanza en cuanto a la evolución de nuestra democracia, de nuestras libertades individuales y de nuestro bienestar social.
Lo cierto es que, treinta años después, el panorama es bastante desolador:
En estos momentos, el desempleo afecta a 4.696.600 personas en España. El paro llega al 20,3% de la población activa. Hay 1.328.000 familias en las que ninguno de sus miembros tiene trabajo y las prestaciones se vienen recortando sistemáticamente. La quiebra de la “Europa del Bienestar” es un hecho evidente.
Si, es cierto. Tenemos una Constitución y un sistema llamado “democrático”, pero… ¿Realmente somos hoy más libres que en el año 1981? ¿Es esta la Democracia Social, Liberal y Progresista por la que perdieron o pusieron en riesgo su vida tres generaciones de españoles?
La respuesta, seguramente, es tan unánime como alarmante: ¡NO!
Pero lo peor de todo es que, a fecha de hoy, no se vislumbra ningún futuro esperanzador y nuestro sistema político no ha previsto ninguna alternativa ni recambio a la alternancia de poder desde que en el s. XIX, Sagasta y Cánovas del Castillo, hasta la actual alternancia PSOE – PP viene minando cualquier intento de avance progresista en lo ideológico, lo educativo y lo económico de este santo país.
Hay que reconocer que somos nosotros, la misma población española, la que probablemente se frena así misma. Si en 30 años… las dos decenas de partidos que se aglutinan en torno al espacio político de Centro Democrático, Social, Liberal y Progresista no hemos sido capaces sentarnos en una mesa para crear una alternativa real de gobierno… y ponernos de acuerdo en medio de un Estado de Emergencia Económica y de Crisis Ideológica como el actual… ¿Quién? ¿Cómo? ¿Y cuándo se va a parar esta semi-dictadura a la que se nos está sometiendo a base de impuestos, multas, recortes de libertades, amenazas, corruptelas, despilfarros públicos, etc. etc.?
Desde luego, la respuesta no es Mariano Rajoy. Mucho menos, el Sr. ¿¿¿Rubalcaba…???
Lo dejo aquí… La respuesta la debe encontrar cada uno: Es Tiempo de Reflexión.
