jueves, 24 de septiembre de 2015

150922 - Cataluña és Molt Més que Más

Hay ciertas cosas que, bien por falta de información, de formación, o por simple estrategia electoral que se vienen diciendo en público, en los medios, que me enervan y me gustaría, al menos, poder relatar mi opinión – aún a sabiendas que en Cataluña no será bien vista, será censurada e, incluso, será vetada.

Hace algo más de siete años, afirmé que España, nuestra España, estaba mal diseñada. Que el modelo actual de Comunidades Autónomas se había basado en la herencia que nos dejó la II República y no en la España real: La España de los Seis Reinos.

Y… qué gran error cometimos al traspasar esta idea a nuestra bendita Constitución de 1978 que tantas alegrías y algún sin sabor nos ha dado. Una Constitución elaborada por hombres de Estado, de valía incalculable y de talla humana inexorable… probablemente, irrepetibles en nuestra historia, que nos han devuelto 40 años de paz, de estabilidad y de crecimiento hacia la modernidad y que nunca antes en nuestra larga historia como nación se habían prolongado tanto en el tiempo.

Así, mirando hacia atrás en la historia y por mucho que duela, Cataluña no ha existido nunca ni como nación, ni como reino, ni como estado. Sí, es cierto, una vez, hace mil años fue un conglomerado de Condados Francos dependientes de Carlomagno… y aun así, la capital estaba sita en Perpignan, y no en Barcelona. Para completar esta brevísima descripción histórica (por tanto, comprobable), cada vez que ha habido una guerra en la que Cataluña ha participado en los últimos 500 años, siempre ha estado del bando del perdedor… (La Guerra de Sucesión, la Invasión Napoleónica, las Guerras Carlistas, la Guerra Civil del 36…).

Es decir, y no deseo ofender a nadie, que lo más que ha conseguido ser Cataluña en la historia es, ser una provincia litoral del Reino de Aragón y, bajo el régimen autoritario de Franco, ser una región privilegiada económica y políticamente por la dictadura a costa de obviar a los territorios del interior.

En todo caso y en común, tienen todos los nacionalismos españoles su aparición durante el s. XIX, en pleno período del Romanticismo en el que cada uno buscaba una identidad, mejor dicho, una diferencia, con un estado al que le acosaban los problemas, como fueron las declaraciones de independencia de algunas colonias americanas, por ejemplo. Así que, si hay algo decimonónico aquí es el nacionalismo excluyente y no la monarquía hispánica que bastante anterior en el tiempo, siempre trató de ser integradora con todos los pueblos.

¿Qué estos asuntos “históricos” no se deben decir hoy para no herir sensibilidades? Puede ser cierto y justo. Pero como los independistas no muestran reparos en repudiar al Estado Español, a nuestro Rey, al himno y a la bandera, pues, mi educación y mi silencio tienen un límite. Y, éste se ha sobrepasado con creces antes, incluso, del comienzo de la actual campaña electoral.

En cuanto a las Elecciones Autonómicas programadas en Cataluña el Domingo 27, me gustaría decir varias cosas. En primer lugar, que no son plebiscitarias, ni son consideradas un referéndum sobre la independencia de Cataluña. Si alguien quiere independizarse, será en otra ocasión, con otros protagonistas y acatando la norma común de convivencia, es decir, la Constitución que rige este ESTADO, esta Monarquía Parlamentaria, desde 1978.

En ese hipotético referéndum, tanto a los catalanes como a los residentes (andaluces, extremeños, castellanos, emigrantes, etc…) se les debía explicar, claramente, los pros y los contras de una secesión y sus consecuencias para la economía familiar.

La pregunta del Referéndum debería ser:

¿Quiere Usted que se abra un proceso de secesión entre Cataluña y el resto del Reino de España y la Comunidad Económica Europea en las siguientes condiciones?


- Cataluña quedaría fuera indefinidamente de la O.N.U, la O.T.A.N., la C.E.E., el Banco Central Europeo, la zona Euro y el espacio Schengen.

- Los nuevos ciudadanos catalanes perderían la nacionalidad española y necesitarían visado para salir de la nueva República a cualquier país exterior.

- Los aeropuertos de El Prat, Reus y Gerona se quedarían bajo la jurisdicción del Ejército español, así como las instalaciones del Port Nou, Vell y el Puerto Franco y la Aduana de Barcelona.

- El AVE suspendería sus itinerarios en todo el territorio catalán.

- El Río Ebro quedaría sujeto a trasvases a otras cuencas dentro del territorio español.

- El cierre y encoframiento de los Grupos Nucleares de Asco I y II y el traslado de sus reactores a territorio español.

- Los Bancos y empresas con sede social en Cataluña se verían cargados con nuevos aranceles en sus fronteras. ¿Y qué decir del más que probable “corralito” y la deslocalización de las grandes empresas nacionales e internacionales?

- La Vall d’Aran, Llivia y otras comarcas que decidan no formar parte del proyecto secesionista ¿Qué deben hacer? ¿Qué tienen ustedes previsto para estos territorios?

Y así, se me ocurren un millar de aseveraciones más para incluir en la hipotética papeleta del Referéndum.

Es evidente, que Artur Más no ha explicado suficientemente a los habitantes residentes con derecho a voto en Cataluña, las consecuencias extremas que conllevaría una declaración unilateral de independencia.

¿Y por qué no lo explica con claridad?

Quizás porque se piensa que proclamando la independencia unilateral de Cataluña, su familia, la de los Pujol y la de todos sus secuaces, se van a librar de rendir cuentas a la Agencia Tributaria Española de todos los desmanes, prácticas de corrupción, comisiones ilegales y evasión de capitales que durante más de treinta años llevan practicando estos, hasta ahora, intocables. Y sí no es así, el Sr. Más ya tiene previsto su exilio a Quebec (Canadá).

Y yo, humildemente, me hago una pregunta… que ya tengo unos años…

¿Y si el Honorable Sr. Tarradellas se levantase y fuese conocedor de toda esta mafia? ¿Y si fuese realmente informado de los niveles de autonomía y autogobierno a los que ha accedido la región catalana desde el fin del régimen de Franco? ¿Creen Ustedes que el Sr. Tarradellas estaría a favor de la independencia que se proponen? ¿O metería en la cárcel directamente a todos los que han empañado la economía y la sensatez de una pujante Cataluña plenamente integrada en el Estado Español y los Estados Unidos de Europa?

Apelo al “seny” de toda la buena gente que convive en esa maravillosa tierra española y que, en algunos casos, muchos casos… adoro.

En todo caso, infórmense bien y voten el domingo a conciencia.

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