miércoles, 21 de octubre de 2009

091020 - Por la LIBERTAD en TODA CUBA!!!



Un grupo de bloggeros ha tenido la brillante idea de convocar una manifestación digital el próximo sábado reclamando las libertades en Cuba. Proponen subir artículos, fotos, vídeos, etc... a internet con el objetivo de dar a conocer de forma global las nuevas tendencias artísticas y culturales que se están produciendo en aquella bella Isla caribeña, que fue nuestra niña mimada durante siglos... y que, ahora, parece que dejamos de lado... no entiendo aún porqué causas.

El objetivo es reclamar seis puntos concretos, a saber:

- LIBERTAD DE OPINIÓN
- LIBERTAD DE ACCESO A INTERNET
- LIBERTAD PARA ENTRAR A Y SALIR DE CUBA
- LIBERTAD DE ASOCIACIÓN
- LIBERTAD PARA LOS PRESOS DE CONSCIENCIA
- LIBERTAD PARA CUBA


Lo cierto es que la idea me parece excelente, oportuna y muy atractiva, dado el contexto político en la que se produce dicha manifestación pacífica, la forma en la que se propone y la manera elegida para reclamar unos derechos que parecen obvios en países democráticos como el nuestro.


Pero Cuba, hoy, es más isla que nunca.

Rodeada por un salvaje bloqueo económico protagonizado por el país dirigido por el radiante Premio Nobel de la Paz y aislada por un sistema obsoleto, caduco y personalista presidido por el octogenario Fidel Castro, en la isla de Cuba confluyen los dos paradigmas de la intolerancia y la falta de respeto al derecho más esencial que posee el ser humano: La LIBERTAD.
Pues sí, cabe recordar que en la isla de Cuba coexisten separados por una valla metálica los dos ejemplos más extremos de la degradación del que piensa diferente: A un lado de la valla, un régimen que no sabe cómo seguir prorrogando una "revolución" para que, al menos, el Comandante Castro muera siendo Jefe del Estado. Al otro lado de la valla, un campo de concentración y exterminio cerebral e ideológico donde los "presuntos salvaguardas de la libertad y la democracia mundial" hacinan a presos de todos los países, creencias e ideologías, sin juicio previo, alegando no se qué amenazas para la Paz y la estabilidad global.

Todo esto converge en un único lugar del mundo: La Isla de Cuba.

Lo cierto es que quince años después de mi primera visita a las Islas Filipinas, uno comprende perfectamente los motivos que llevaron al Comandante Castro y a sus seguidores el haberse levantado contra el imperialismo americano que, al igual que sucedía en aquel paradisíaco país asiático, se había convertido en un tugurio de juego, prostitución, drogas y tráfico de blancas al servicio de los soldados del General McCarthur. Dicho esto, el gran error de Castro ha sido su obsesión por perpetuarse en el poder y no haber convocado unas elecciones generales democráticas dos, tres o cinco años después de haber expulsado a los yankees que la isla.

El dilema llega ahora. El Comandante Fidel está muy enfermo. El pueblo cubano reclama la democracia. Los políticos y los ciudadanos cubanos de ambos bandos están nerviosos pensando no en una transición pacífica, sino en una sed de revancha provocada tras el regreso de los exiliados...
Pues bien, a los españoles que vivimos algo similar hace 34 años, todo esto no nos suena nada nuevo. Creo que nuestra diplomacia tiene mucho que decir al respecto. Creo que la sociedad española debe salir a la calle solicitando ese esperado cambio "sin sangre", "sin rencores". Creo que los partidos políticos españoles están en una inmejorable situación para acercar la Isla de Cuba a las instituciones europeas. Que los políticos españoles deberían participar activamente en ese proceso de transición, asesorando a los líderes políticos cubanos afines para que se den las condiciones mínimas necesarias para un consenso general entre los políticos cubanos... tal y como hicimos aquí, allá por 1975.
Hace unos días, un compañero de C's-Ciudadanos realizó una sugerencia personal a través de Facebook que me hizo meditar profundamente sobre este conflicto... y proponía adscribir de nuevo a la Isla de Cuba en la corona española... Yo no me atrevería a llegar tan lejos, pero si me atrevería a sugerir que fuese el Príncipe Felipe, o el propio Rey - por el profundo respeto, simpatía y admiración que hispanoamérica tiene hacia la familia Real española - la persona que encabezara, al menos, los primeros contactos entre los revolucionarios, los disidentes y los exiliados cubanos.
Sería una bonita forma de terminar con una larga pesadilla para muchos y un gran aliciente para iniciar la normalización democrática, social y económica de nuestra querida isla hermana con la esperanza de la Paz, la Democracia y el Reencuentro deseado por todos.

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